Préstamos y calcos lingüísticos

El contacto entre las diferentes civilizaciones ha dado paso a una serie de influencias en ámbitos muy diversos, tales como el arte, la tecnología y la lengua. De hecho, al ser esta última el vehículo de comunicación por excelencia, y como un organismo vivo, es uno de los primeros aspectos de cualquier sociedad en verse alterados.

Préstamos de otros idiomas al inglés.

En el momento en que una lengua adopta una palabra que representa una realidad inexistente para sí misma, pero existente para otra lengua, se habla del fenómeno del préstamo lingüístico. Propiamente dicho, un préstamo es tanto el fenómeno de adopción de un término extranjero por otra lengua, como la palabra que se adopta en sí, ya sea que esta no se adapte a la lengua receptora o lo haga parcialmente.

De este modo, cuando en el sistema numeral romano se agregó el número cero, proveniente del sistema árabe, la transferencia conceptual que se realizó fue un préstamo. Con su llegada a América, los españoles tuvieron que incorporar al idioma palabras como hamaca, chocolate, tomate, maíz, tabaco, todas usadas para referirse a objetos que no conocían.

Si bien la mayor parte de los préstamos son de origen léxico (palabras) dada la facilidad con que puede tomarse de otras lenguas, también existen préstamos de otros estratos más fijos de una lengua, como los fonéticos (sonidos). Así, cuando un hispanohablante pronuncia sh- en shampoo como en inglés, se está usando un sonido ajeno al sistema fonológico del español. Cuando esta se adapta al español, se obtiene champú como resultado. Incluso podemos encontrar préstamos sintácticos, es decir, relativos a la estructuración de las palabras dentro de las oraciones. Por ejemplo, la preposición francesa à acompañada del artículo definido, en el ámbito de la Gastronomía, sirve para designar un estilo o modo de preparación. Así, en pollo a la naranja, la construcción se tomó prestada del francés.

Finalmente, los préstamos también se pueden clasificar en función de su lengua de origen. Del latín se conocen como latinismos: alter ego, curriculum vitae, ad hoc; anglicismos (inglés): software, shopping, sándwich; galicismos (francés): déjà vu, croissant, chef; lusismos (portugués): carambola, caramelo, mermelada.

Por otra parte, podemos encontrar un tipo de préstamo especial: el calco. Un calco implica más la idea de traducción de un término inexistente en la lengua receptora a partir de otro en una lengua extranjera. De esta manera, palabras como rascacielos se han creado a partir del análisis de los componentes de skyscraper. Lo mismo sucede con Kindergarten, que se ha traducido al español como jardín de niños. En última instancia, en la secuencia Football > Futbol > Balompié podemos ver la evolución de una palabra extranjera al español, como préstamo integral, préstamo parcial (sonido) y calco, respectivamente.

En definitiva, los préstamos y calcos lingüísticos, que algunos puristas consideran como una forma de contaminación que hace perder la esencia de un idioma, no son más que una realidad tan antigua como el contacto entre pueblos distintos, que se influyen, toman y prestan ideas, palabras, que terminan por enriquecer nuestra visión del mundo.

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